
Esta es la historia del koala Guilherme, hijo adoptivo de la reina Isabel de Portugal, quien un buen día fue enviado por Internet a las lejanas tierras de Missoula, en el oeste norteamericano. En realidad Isabel lo adoptó y trataba de adaptarlo a su nueva vida de ciudad, pero nuestro pequeño amiguito era un koala muy inquirto, que quería aprender a leer y a escribir. Metiendo en varios aprietos a su mamita adoptiva.
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