El Día Nacional del Maestro es una fecha para mostrar gratitud y también para recordar quienes fueron los maestros importantes en nuestra vida. Cuando somos niños nos sucede que miramos a los profesores como si fueran seres de otra naturaleza. Era frecuente que los identificásemos con la autoridad o con el rol que desempeñan, como si hubiesen nacido “maestros”. Para muestra, basta recordar que a veces ni siquiera les llamábamos por su nombre, sino que eran: “La profe de Mates”, “La de Lengua”, “el profe de Educación Física”...
A medida que pasa el tiempo tomamos más conciencia de su rol en nuestras vidas y somos capaces de verlos en toda su dimensión personal. Es probable que hayas tenido algunos maestros mediocres e incluso malos. Pero es tiempo de recordar también a aquellos que descollaron, a los que nos dejaron enseñanzas para la vida y que verdaderamente nos ayudaron a forjar nuestra personalidad.
Una profesión muy difícil
Reconozcamos que hace falta mucho coraje para ser maestro. Imagínate el valor que requiere entrar a una clase con 40 adolescentes y tratar de ampliar sus horizontes culturales, existenciales y hacerlos crecer como personas. Estamos hablando de un aula con 40 individuos distintos, que quizás no tienen ganas de estar allí. Es un trabajo no muy bien pagado, solitario y en el que se está siempre “solo ante el peligro”.
La docencia es un oficio en el que se tienen que representar múltiples roles. Frank Mcourt el famoso escritor del libro “Las cenizas de Ángela” fue maestro durante 30 años antes de consagrarse como escritor. En sus últimos años escribió un libro inspirador sobre su experiencia como maestro: “El Profesor”. Entre sus reflexiones comentaba: “En la clase eres un sargento de artillería, un rabino, un hombro en el que llorar, un responsable de disciplina, un cantante, un mal estudiante, un referee, un payaso, un consejero, un guardián de códigos de vestimenta, un conductor, un apologista, un administrativo, un filosofo, un colaborador, un bailarín de tap dance, un político, un terapista, un tonto, un policía de tráfico, un sacerdote, una madre-padre-hermano-hermana-tío-tía, un bibliotecario, un psicólogo, la última opción”.
Es momento de dar gracias
Carl Jung el famoso psiquiatra dijo: “Uno mira hacia atrás y siente aprecio por los maestros brillantes, pero siente incluso mayor gratitud hacia aquellos que tocaron nuestro corazón. Los conocimientos son un material necesario, pero es la calidez el elemento imprescindible para hacer crecer una planta y lo mismo sucede con el alma de un niño".
El sentido del día del maestro quizás estaba lejos de nuestra comprensión cuando éramos pequeños. Es más probable que hoy podamos agradecer en nuestro corazón a todos aquellos que han sabido hacer simple lo complejo, que nos han abierto horizontes y que estuvieron a nuestro lado al principio de nuestras vidas. Quizás estás a tiempo de buscar dentro de las redes sociales o en la web de tu colegio los datos de aquél profesor que tanto te legó. Anímate a enviarle un correo inesperado o a hacerle una llamada de último momento. Un homenaje personal, nunca tardío, para aquellos que tanto sembraron en tu vida.
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